Enterrador de 'El País'

OCT

10

ANTE LA PREVISIÓN DE UN INFORME SOBRE CEBRÍAN, ENTERRADOR DE "EL PAÍS"

Lazarillo 

No sé hasta qué punto la información que esta mañana viene circulando por algunos medios electrónicos se confirmará en pocas horas, pero lo cierto es que desde círculos próximos al comité de empresa que representa a los trabajadores del diario El País se baraja la posibilidad de que la reducción de un tercio de la plantilla de ese periódico tenga alguna consecuencia para Juan Luis Cebrián, consejero delegado del grupo Prisa.

Al parecer, desde dicho comité se está elaborado un comunicado, que posiblemente llegue hoy a los medios de comunicación electrónicos, en el que se desenmascara la gestión de Cebrián y se le culpabiliza tanto de la crisis que vive el diario -con su primer año de pérdidas- como de su posible desaparición. En este sentido es de tener en cuenta la refriega que ayer se vivió en la sede del rotativo entre el primer director del mismo y su sucesor en el cargo, Joaquín Estefanía, al frente ahora de la Escuela de Periodismo UAM-El País. Este afirmó que el despido de 150 trabajadores puede suponer un desagarro moral que afecte al deterioro de la calidad del periódico de manera irreversible.

Estas palabras casan con lo que se va a exponer en el comunicado al que aludo, en el que se asegura que Juan Luis Cebrián cumplirá con dos de sus vaticinios: que en dos años se acabarán los periódicos en papel -tal como sucederá con El País-, y que él se retirará millonario y con un gran patrimonio personal. Se dará el caso así de que quien fue el principal gestor del rotativo y lo situó como medio de referencia en España, también será el máximo responsable de su muerte. Para documentar esto último dispone el comité de una nutrida información -suficiente al parecer como para escribir un libro-, en la que podrían haber colaborado algunos de los reputados economistas que trabajaron  en el periódico.

Podemos estar, por lo tanto, ante la expectativa de un dossier que sitúe, a quien alcanzó el máximo prestigio profesional en la dirección del diario más importante del país a lo largo de más de treinta años, en una posición que no afectará para nada a su patrimonio personal, pero sí a la profesionalidad de su curriculum. Otras cosa es que a este señor, mientras no le toquen las cuantiosas rentas adquiridas, no solo la profesionalidad le importe un bledo, sino su propio protagonismo en el deplorable y deteriorado tránsito final del periódico, según prevé Estefanía.

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