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viernes, noviembre 18, 2011

La Gran Gran Banca

oct282011

Es el ladrillo, no Grecia

Zapatero promete que no hará falta más dinero público para la banca española. Probablemente sea así en esta ronda: Merkel y Sarkozy han hecho un traje a la medida de sus bancos para que salgan más guapos en la foto del impago griego. Pero el verdadero agujero al que temer en España no está en la deuda pública, sino en la burbuja inmobiliaria. Entre todos los bancos españoles suman 800 millones de euros en bonos griegos. El ladrillazo que pende sobre la cabeza del sector financiero español mide 330.000 millones. Por comparar: toda la deuda pública griega es de 340.000 millones.
Cuando haya que tapar ese inmenso agujero, ¿qué nos dirá el gobernador del Banco de España? ¿Pedirá Fernández Ordóñez otra reforma laboral o un nuevo recorte de las pensiones? ¿Propondrá que Benzemá sea titular en el Madrid o por fin hablará de lo suyo? La mayor contradicción de esta crisis está en esas recetas atendidas. Mientras el principal problema estaba en el ladrillo, en la banca y en el parón del crédito, las reformas más urgentes (fallidas, además) han sido para los trabajadores más precarios, para los funcionarios y para los pensionistas.
¿Cómo es posible, además, que ese mismo sector financiero enfermo, rescatado con dinero público, no haya dejado de repartir beneficios? Novacaixagalicia declaró haber ganado 146 millones en 2010. La Caja del Mediterráneo se apuntó en el último ejercicio 244 millones de beneficios. Unos meses después, ambas cajas fueron intervenidas. ¿Asumirán alguna responsabilidad los políticos que nombraron a los consejeros que firmaron esos balances amañados? ¿Lo hará el supervisor que dio su visto bueno desde el Banco de España?

oct
272011

La uña de Europa

Lula da Silva da con la metáfora adecuada: “Es inaceptable que una economía del tamaño de Grecia tenga en riesgo a toda la UE. Es como si una uña de mi dedito pudiera matarme”. La uña, en cifras: Grecia supone sólo el 2% del PIB europeo. Toda su deuda pública suma 340.000 millones, aunque en su momento habría bastado una fracción de esta cifra para curar la gangrena; bastante menos que los 407.000 millones de euros públicos del primer rescate a la banca europea, entre inyecciones directas de capital y compra de activos tóxicos. Desde hace año y medio, los líderes de la UE están permitiendo que la enfermedad se extienda: a Portugal, a Irlanda, a Italia, a España… Han racaneado con la medicina haciendo que, cada mes, el tratamiento fuese más caro. Han torpedeado los distintos planes de rescate por miopes intereses partidistas; la primera ayuda a Grecia se retrasó porque Merkel tenía elecciones en Renania (que además perdió). Y al final, el ratón en el que se ha convertido esta incapaz Europa ha parido una montaña de dinero: otro farragoso plan de ayuda a los países y a la banca apoyado en un ingente fondo de rescate que ya va por el billón de euros. A la larga, lo barato sale caro.
Aunque lo peor es que ni siquiera un cheque de doce ceros bastará si Alemania boicotea la solución definitiva al problema. Pasa por dos cosas: por una verdadera gobernanza económica común –donde todos los países asuman sus responsabilidades– y por el Banco Central Europeo, que debe romper ese estúpido corsé berlinés y espantar a los especuladores comprando deuda soberana en grandes cantidades. No es una medida comunista: es lo que ya hacen los bancos centrales de Reino Unido o Estados Unidos. La diferencia es que allí, una verdadera unión, nadie cuestiona que los neoyorquinos paguen si hay que salvar a California de la bancarrota.

oct
262011

Austeridad para la banca

Por si había alguna duda de que la crisis va por barrios: el sueldo de los consejeros y principales directivos de los bancos y cajas españoles aumentó un 48% entre 2004 y 2010. Algunos dirán que se lo han ganado, por multiplicar la rentabilidad de los bancos. Pues no. Sus salarios subieron casi el doble que los beneficios (26%). Si se miran con detalle los datos –que salen de un informe presentado ayer por CCOO–, es justo al contrario: cuando peor va el banco, más se suben la nómina sus principales directivos. Así ha sido con las nueve mayores cajas españolas: las retribuciones de sus cúpulas crecieron un 47%, mientras que sus beneficios cayeron un 7% (si creemos sus balances). Y para corroborar la norma –cuanto peor, mejor para ellos–, han sido precisamente los directivos de las tres últimas cajas quebradas los que más se subieron los salarios: Catalunya Caixa (93% de subida), Novacaixagalicia (68%) y CAM (94%). Eso sin contar las escandalosas indemnizaciones.
El directivo medio de la banca española cobra 670.000 euros al año; el de una caja, 190.000 euros. Una parte de estos sueldos, en algunas entidades financieras, lo estamos pagando entre todos: a través de los planes de recapitalización de la banca. ¿Con qué cara pueden los líderes europeos –que hoy discuten una nueva ronda para la banca– explicar a los ciudadanos que hay que apretarse el cinturón, que es imprescindible la austeridad en las cuentas públicas?
En el plano práctico, es un debate menor: no saldremos de la crisis reduciendo el sueldo a los directivos de las cajas rescatadas. Es una cuestión simbólica. No es tolerable que se exijan rebajas salariales a los trabajadores mientras la banca siempre gana. No es tolerable que haya dinero público para pagar los bonus de algunos banqueros y falte para mantener abiertos los hospitales.

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Salud y enjundia

Keli

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