Exordio del nacionalismo
Fuego amigo
Blog de Manolo Saco
Un test para ser jueces
Tags: Estatut de Catalunya test inmigrantes víctimas terrorismoSi no puedes conseguir nada mediante tu propio esfuerzo, hazte nacionalista. Da lo mismo del tipo que sea. El nacionalismo tiene la propiedad fantástica de prestar a todos los que se acogen bajo su paraguas las virtudes colectivas que se suponen a las naciones por el mero hecho de serlo, esos entes abstractos por los que al parecer merece la pena matar y morir. No importa si eres alto o bajo, feo o guapo, ignorante o sabio: con haber nacido en un lugar determinado ya eres mejor que los nacidos unos kilómetros más allá de tus fronteras imaginadas.
De los genes tribales del nacionalismo hemos heredado el impulso a defender el “hecho diferencial”, como una proyección del instinto individual de conservación, porque cada pueblo pretende distinguirse de sus vecinos en que es mejor. Todavía no se ha descubierto grupo humano, a excepción de algunos partidos fascistas, que reivindiquen que son más tontos que los demás. La propia existencia del nacionalismo implica un sentimiento de superioridad que tiende a defenderse de la invasión de los pueblos que considera atrasados. O sea, todos los demás.
En Alemania, con un largo historial de xenofobia, los ultraconservadores de la Unión Cristianodemócrata proponen examinar a los inmigrantes con un test de inteligencia. El que quiera pertenecer a su tribu que demuestre antes que es tanto o más listo que ellos.
En España, como en otras tribus del mundo, les hacemos un test de cultureta nacionalista. Ayer supimos de ese juez de Getafe que examina a los inmigrantes de Historia de España con preguntas sencillitas: en qué año (?) tuvo lugar la Transición, o qué ocurrió en 1868, o cuál es el artículo quinto de la Constitución. Los que aprueben no sé si estarán capacitados para colocar ladrillos, ser buenos enfermeros, policías o empresarios, pero lo que sí sé es que ya pueden ser jueces, como el lumbreras este de Getafe.
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exordio.
1. m. Principio, introducción, preámbulo de una obra literaria, especialmente primera parte del discurso oratorio, la cual tiene por objeto excitar la atención y preparar el ánimo de los oyentes.
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