Ignaro en la frutería
*Ignaro** de mí, ufano tomo unas cuantas granadas (ligeras) en la frutería del barrio cuando, a la postre, amablemente me indican:
- Antes de que te las lleves, estas granadas no están para comer.
- Ah, ¿son... de adorno?... Claro, claro... las granadas son... (en vano invocando entre mí al tan injustamente arrumbado Calendario Zaragozano) más hacia el verano, ¿no?
- Eh, empiezan allá por noviembre. Estas están secas... son de las primeras.
- ¡Ajrú!***
- Antes de que te las lleves, estas granadas no están para comer.
- Ah, ¿son... de adorno?... Claro, claro... las granadas son... (en vano invocando entre mí al tan injustamente arrumbado Calendario Zaragozano) más hacia el verano, ¿no?
- Eh, empiezan allá por noviembre. Estas están secas... son de las primeras.
- ¡Ajrú!***
Nota: Si has perdido de vista al Calendario Zaragozano: El auténtico Juicio Universal Meteorológico.
*Alfredo Gómez, 'Granadas'
***Mercedes Peón
Etiquetas: Costumbrismos
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