¿Juzgar solo a Sadam?

Autor: seroadicto
01-05-2005 10:51 h.

Lo que no cuenta LD ( Libertad Digital ).

.-Los organizadores del juicio, estadounidenses e iraquíes, han decidido que el tribunal especial que juzgará los crímenes de Sadam Hussein no podrá acusar de complicidad a ningún extranjero, lo que equivale a decir: ningún estadounidense, ningún británico y ningún francés. Sin embargo, la historia de los últimos 40 años está llena de ejemplos de complicidad y hasta de coautoría en los crímenes del régimen baasista por parte de extranjeros, entre ellos, cinco presidentes estadounidenses, al menos tres presidentes franceses y varios primeros ministros británicos.

En 1963 Estados Unidos, preocupado por los acercamientos del presidente Abdel Karim Qassem a Moscú, acaba con el conato de democracia y los anhelos de nacionalizar el petróleo y deciden actuar, apoyando en febrero de ese mismo año al partido político minoritario pero profundamente anticomunista, el Baas. El consejero político de la embajada de Estados Unidos en Bagdad inmediatamente después del golpe, James Akins confirma: "Suministrábamos a los baasistas dinero en grandes cantidades y también equipamiento. No se decía abiertamente, pero muchos de nosotros lo sabíamos". Tras haber fusilado al presidente Qassem, los baasistas mataron y torturaron a miles de comunistas y simpatizantes de izquierda. "Teniamos una sola orden: ¡Exterminar a los comunistas!. El joven Sadam Hussein estaba muy motivado. El se ocupaba de torturar a los obreros, lo que consistía en hincharlos de agua, fracturarles los huesos y aplicarles electricidad". El enemigo no eran solamente los comunistas sino también los kurdos,
que se oponían al poder baasista en el norte del país. En Bagdad, Subí Abdelhmid que por entonces comandaba las acciones del ejército iraquí contra los kurdos, confirmó haber negociado personalmente con el agregado estadounidense la entrega de 5000 bombas destinadas a quebrar la resistencia. "Posteriormente, los estadounidenses nos regalaron, sin facturar, 1.000 bombas de napalm para bombardear los poblados kurdos". Pero entonces los kurdos creyeron que el napalm había sido suministrado por los ¿comunistas? Soviéticos.

En el proceso, Sadam Hussein será acusado de haber lanzado en 1980 una ofensiva contra Irán. Oficialmente, Washington era neutral en la guerra Iran-Irak. Sin embargo, una comisión investigadora estadounidense reveló que la Casa Blanca y la CIA entregaron secretamente a Sadam Hussein todo tipo de armas, entre ellas bombas de fragmentación. Sus informaciones vía satélite permitieron guiar los ataques contra las tropas iraníes. Entonces Washington sabía que los militares iraquíes utilizaban armas químicas. Uno de los crímenes de los que deberá responder Sadam Hussein ante el tribunal especial es el ataque con gas llevado a cabo en 1988 contra el poblado kurdo de Halabja. Bagdad les acusaba de haber colaborado con los iraníes. Por entonces, Estados Unidos y Francia hicieron todo lo posible para evitar que Sadam Hussein fuera condenado por ese crimen. No solo el presidente Ronald Reagan interpuso su veto a una ley destinada a bloquear el comercio de su país con Irak, sino que Washington envió un telex a sus embajadores en el mundo pidiéndoles que afirmasen que el ataque con gases contra los kurdos eran obra de... los iraníes.

Ya no es un secreto: Sadam Hussein jamás hubiera podido atacar a sus vecinos ni cometer sus crímenes sin la ayuda de empresas y de los gobiernos occidentales. El gas mortal venía de Alemania, de Francia o de EEUU.

1991; masacre de Chiis. Después de la operación Tormenta del Desierto, Sadam Hussein aplastó una insurrección de chiíes causando decenas y quizás centenares de miles de víctimas. En realidad, Estados Unidos en su papel de mecenas y sus aliados fueron cómplices de esa masacre que se produjo literalmente ante sus ojos.

Extracto de un escrito en Le Monde Diplomatique.